El ambiente es el calabozo de una prisión en Texas, una cámara de seguridad registra los momentos en los que un guardia pierde el conocimiento ante un grupo de presos a los que cuidaba.
Los reclusos se dan cuenta de lo que pasa: el hombre yace en el piso tras ser víctima de un infarto. Los hombres gritan y golpean paredes. Sin ninguna respuesta, deciden forzar la cerradura y auxiliar a su carcelero.
Una vez fuera, los presos continúan con sus gritos en busca de ayuda. Tras unos minutos ingresan varios oficiales a reanimar al agente. Las autoridades destacan la actuación de los presidiarios, que pudieron escapar ya que el agente tenía las llaves del centro.
Sin embargo, decidieron volver a su celda, una acción por la que son considerados como héroes de la policía.