La masacre de Orlando es uno de los eslabones más sangrientos en la larga lista de asesinatos perpetrados en Estados Unidos. Este atentado se suma a los actos brutales protagonizados por el autodenominado Estado Islámico en contra de la comunidad gay.
Los más claros ejemplos son los asesinatos ocurridos en países como Siria e Irak. En la provincia de Deir ez Zor, Mosul, Faluya o cualquier ciudad tomada por los radicales sunitas ha sido escenario de prácticas demenciales.
Al grito de "Ala es grande", muchos jóvenes son arrojados desde lo más alto de un edificio y si no fallecen son apedreados por la masa. Una espeluznante escena que se registra frecuentemente en oriente medio.