Las calles de las localidades ubicadas en las afueras de París lucen completamente inundadas y los habitantes se ven obligados a utilizar lanchas para poder transportarse.
Y es que un mes y medio de continuas lluvias ha provocado el desborde de ríos, dejando bajo las aguas a los poblados cercanos. Las autoridades locales han decretado la alerta roja y hasta la fecha han evacuado a más de mil personas.
Por su parte, varios barrios de la capital francesa también lucieron anegados a consecuencia de la crecida del río Sena, cuyo nivel de agua superó los cuatro metros, cifra que no se registraba desde principios del siglo XX.