Miriam Carey, la mujer que originó el tiroteo frente al Capitolio de Washington y murió tras una persecución por la policía, padecía de depresión posparto, además de sufrir de esquizofrenia, enfermedad le hacía creer que era constantemente acechada por el presidente norteamericano, Barack Obama.
Fuentes policiales informaron que la afroamericana, de 34 años de edad, tenía un historial de problemas relacionados con la salud mental, las mismas que habrían sido provocados por una lesión en la cabeza tras una caída.
La madre de Carey declaró que su hija nunca tenía problemas de violencia, sin embargo aceptó que estaba pasando por una etapa de depresión luego de dar a luz en agosto del 2012. Ambas vivían en Stanford, por lo que la progenitora no se explica porque Miriam viajó hasta Washington.
Como ser recuerda, este jueves, en un incidente confuso, la mujer llegó conduciendo su auto hasta los exteriores del Capitolio e intentó ingresar a la fuerza al lugar donde también se encuentra la Casa Blanca.
La gran incertidumbre y los constantes ataques que se viven en Estados Unidos hizo que la policía, en un acto preventivo, atacara ferozmente al vehículo y varias de las balas terminaron en el cuerpo de la mujer, quien murió cuando era trasladad a un hospital.