Steve Young, de 37 años, decidió combinar el trabajo con uno de sus hobbies favoritos. El reverendo hizo su aparición en un centro recreativo de ski en Manchester y sorprendió al mundo con sus habilidades sobre el snowboard.
Hace siete años empezó a practicar este deporte y asegura que no planea dejarlo; todo lo contrario, ha encontrado la forma de unirlo a su trabajo.
Tomando de excusa el final de temporada de ski en Europa, Young visitó "Chill Factory" vistiendo túnica y llevando la Biblia mientras patinaba.
Así, tras terminar su recorrido en la pista y rodeado de los seguidores, impartió misa y se despidió dando la bendición convirtiéndose en el primer cura patinador del mundo.