En el debut peruano ante Dinamarca, William Kvist tuvo que ser trasladado en camilla fuera de la cancha de juego, luego de disputar un balón aéreo con Jefferson Farfán.
El danés no pudo ocultar los gestos de dolor, pues la rodilla del peruano impactó en sus costillas. Tras someterse a evaluaciones médicas se confirmó lo peor, que Kvist se perdería lo que resta del Mundial pues tendría dos costillas rotas y uno de sus pulmones estaría perforado, por lo que tendría que viajar de inmediato a Dinamarca.
Fue una acción sin mala intención, pero que terminó con los sueños del jugador de Copenhague y con la confirmación de esta lamentable noticia para los daneses.