Mientras otros países como Chile activaban rápidamente sus protocolos de emergencia tras el terremoto de magnitud 8.8 ocurrido en Rusia, en Perú la alerta de tsunami se confirmó recién tres horas después del evento, generando cuestionamientos.
Según la capitana de fragata Lorena Márquez, jefa del Centro de Alerta de Tsunami de la Marina de Guerra del Perú, la demora se debió a la variación en los reportes iniciales sobre la magnitud del sismo.
Inicialmente se registró como un sismo de magnitud 8.0, lo cual, según el protocolo, solo ameritaba la emisión de un boletín informativo. Sin embargo, al elevarse la magnitud a 8.8, se activó automáticamente la alerta de tsunami.
SILENCIO DEL GOBIERNO
Llamó la atención el silencio del Gobierno. La presidenta Dina Boluarte y sus ministros no emitieron pronunciamientos inmediatos, y recién un día después se difundió un comunicado oficial. El contraste fue evidente con el caso chileno, donde el presidente Gabriel Boric se pronunció pocas horas después del terremoto a través de su cuenta oficial en X (antes Twitter), informando sobre las coordinaciones que ya se estaban tomando en su país frente al posible riesgo.