Una serie de irregularidades han salido a la luz respecto a un operativo policial ejecutado por el grupo Terna en Manchay, en el que se detuvo a Bryan Vega Romero y a otras nueve personas el pasado 17 de octubre. El caso anunciado como un golpe a la criminalidad se ha convertido en el centro de serias acusaciones contra la Policía Nacional del Perú (PNP).
El coronel Walter Palomino, entonces jefe del Escuadrón Verde, afirmó con contundencia que los detenidos, incluido Bryan Vega, eran integrantes de una banda criminal dedicada a la extorsión. Sin embargo, los testimonios y evidencias presentadas desmienten esta versión.
UNO DE LOS DETENIDOS FUE LIBERADO
Uno de los detenidos, Gianfranco Aliaga, fue liberado antes de ser presentado ante las cámaras de televisión. Según un informe policial de la DIRINCRI, Aliaga habría convocado a los demás detenidos para un trabajo de guardianía en una finca en Asia, y no para actividades delictivas.
A esto se suma que armas, municiones y droga encontradas en la intervención no fueron incluidas en el acta fiscal. Además, los abogados de los detenidos aseguran que la Fiscalía no entregó el expediente completo en los tiempos estipulados y que ignoró pericias clave, como la grafotécnica a las cartas de extorsión.